Congelación

Se enfrían los pies, y por ello las ideas. Mi radiador decide que yo debería vivir en el Polo. Las manos hace un rato que dejé de sentirlas. El invierno ha decidido que ya era hora de llegar. Y mientras yo tiemblo, se me enfrían los pies. Se han congelado las ideas.

Sonrisas

Mentirosas.
Blancas. Sólo a medias. Manchadas de tomate. Malévolas. Tuyas. De dientes torcidos. De "te he echado de menos", de resignación. Vacías. Alegres. Tristes. Mías. Perfectas.
Sonrisas mentirosas cuando ya no puedes mentirme con palabras.

Absurdo

Pies mojados. Mañana examen. Duermo cinco minutos más. Siempre tengo hambre. Declinaciones. Te ríes, me río. Recuerdos del fin de semana. Lluvia que se enfada y golpea mis cristales. Traducciones. Suenan las campanas, sé que es la misa de las 7. Me duele la espalda. Me canso.

Pienso en todo sin detenerme en nada que merezca la pena. Mejor lo dejo, hoy me parece todo demasiado absurdo.

Feliz

Cuando llego a casa y duermo en el sofá con la película de fondo. Cuando ya no me despierto en la cama pensando dónde estoy, porque sé que esta es mi casa. Cuando madrugo sin haber dormido y soy feliz porque sé que me espera gente y muchas letras en otros idiomas. Cuando nunca sé qué comeré mañana. Cuando quedamos para ir a un concierto. Cuando nunca me apetece estar en casa. Cuando me acostumbro a coger el autobús e inconscientemente paro en el lugar adecuado. Cuando no sé cuál es plan, pero me dejo llevar. Cuando a partir de mañana sea oficialmente mayor de edad y ya no me puedan echar.

Verano

El otoño ha decidido que prefiere seguir durmiendo bajo el sol. Eso nos vuelve a todos un poco locos, nos cuesta tomar las decisiones, nos apetece pasarnos tardes entre poesía y alguna canción, nos cuestan los idiomas, nos apetece la calle y la cerveza.
El otoño ha decidido que va siendo hora de despertarse, pero poco a poco. Y mientras, nos tocará seguir a todos un poco locos.

Frío de madrugada

El peor frío es el de madrugada, ese que invade tus huesos cuando el aire roza esa parte de piel que hace un instante cubrían tus brazos. Ese frío del momento en que la ciudad es de zombis, la mitad que regresan, la mitad que despiertan; es el momento del duermevela.

El peor frío es el de madrugada, cuando estoy volviendo a casa y soy consciente de que aunque acabe de besarte (y las cosquillas de tus labios revoloteen aún por los míos) me quedan semanas para volver a verte.

El peor frío es el de madrugada, el de un adiós en la esquina, el de esa cama que era mía y ahora es extraña, el de “te echaré de menos”.

Café incandescente

Nada mejor que un buen café para despertar a un nuevo día. Pero este día es demasiado nuevo (o quizá mi vida lo sea), creo que con café no basta. Mejor uno incandescente, así además borro recuerdos de otros sabores, porque a partir de ahora la vida tiene que saber diferente.

Equipaje.

Una hucha, una almohada (de esas blanditas y pequeñas), una plancha para el pelo, un jersey por si refresca, esta foto de recuerdo, pinzas para la ropa, unas tijeras y un bolígrafo azul, una caja entera de libros, el cepillo de dientes, y no olvides la cartera y sobre todo, no te dejes el valor, que todavía queda un hueco en la maleta.

Deseos imposibles

Me gustaría un poco de tu simpatía hacia la palabra escrita, me gustaría un poco de su experiencia para tener algo de lo que escribir cuando sobra la inspiración pero falta la poesía.
Me gustaría que alguien entendiese la banal y estúpida realidad que se esconde detrás de un castillo de cartas o una tormenta.
Me gustaría la tenacidad y la humildad suficientes como para releer lo escrito y pelearme (o quizás acariciar, nunca lo tuve claro) con las palabras hasta que digan y callen justo lo que quiero decir y callar.
Pero por ahora, son deseos imposibles.

Tierra mojada

Siempre odié ese olor, será porque presagia tormenta. Será porque estropea los últimos momentos de sol diciendo que va a venir la lluvia.
Y acabo de percibir tierra mojada, todavía no sé cómo cuándo ni por qué, pero sé que queda poco para que estalle la tormenta.

Transición

Dormir, que no soñar. Dormir, que no descansar. Y en eso se basan las noches de los últimos días de septiembre: demasiado otoño para ser verano y demasiado verano para ser otoño.

Infinito septiembre

Hemos empezado con lluvias, tajante manera de recordar que tengo que empezar a elegir las cosas que voy a llevarme, las palabras con las que despedirme. Y realmente va a dar igual, cuando me vaya sólo va a quedar una semana para volver. Y realmente va a dar igual lo que me lleve, total, no van a caber ni la mitad y me olvidaré la otra mitad.
Hemos empezado con sol el primer lunes de septiembre, tajante manera de recordar que la vida sigue.

Ajeno

Probablemente sea injusta, y no bien vista por el resto del mundo. Pero sigo pensando que el interés por autoridades políticas en las personas que logran algún éxito (que por supuesto, no se debe a ellos ni a su "magnífica" gestión, sino al esfuerzo propio y al de aquellos que te apoyan y no dejan de hacerlo aun cuando vuelves una y otra vez a decir que no vas a ser capaz), es un intento de apropiarse del valor ajeno.

Una hora menos

Mañana, pondré en hora mi reloj y será una hora menos. Pero también unos kilómetros de más, una frontera de más.
Nunca entendí que una línea en un mapa pudiera dividir a la gente, que un idioma pudiese servir de arma arrojadiza, que una opinión fuese motivo de muertes...

Again and again

Y vuelves a pensar en todo lo que has vivido. Ya empieza a ser cansino. "Mira, en aquella plaza discutimos hasta abrazarnos como locos"; "Y allí, en esa fuente, nos dieron las mil charlando"; "En ese columpio de ahí nos picamos a dar vueltas"; "¿Recuerdas cuando nos ahogábamos en la picina?"; "Te gané diez veces a las cartas"; "Contábamos chistes malos hasta que vencía el sueño sin dejar de reír"; "¿Te acuerdas de aquel amigo revolucionario?"; "Esa película me hizo llorar, tienes que verla"; "¿Has leído ya Cien años de soledad?"...
Hace ya unos meses que cada esquina, cada plaza, cada árbol de ese parque, cada libro de mi estantería, cada frase hecha no me hace sino recordar mil momentos. Y saber que va quedando menos hace que vuelvan los recuerdos, again and again....

Aburrimiento

Aburrimiento de todo sin motivo. Sueño plomizo. Miembros que no responden. Y ya no sabes qué hacer, en qué postura es más cómodo el sofá.
Podrías hacer mil cosas, pero ahí sigues, con tu sueño plomizo y tu aburrimiento sin motivo hasta que tus miembros respondan.

Una de ellos

Es una de esas personas que ríe contigo, llora contigo, aún cuando tus chistes no tienen gracia, aún cuando lloras por el motivo equivocado. Es una de esas personas que al principio parecía ser una más, y cuando has querido darte cuenta es imprescindible. Es una de esas personas que siempre tienen razón, y aunque no les hagas caso (y siempre te recuerden que "te lo dijeron"), siguen estando ahí para recogerte al caer. Es una de esas personas que con una mirada basta para mantener una conversación completa. Es una de esas personas con las que conquistar del mundo.
Sí, eres tú una de esas personas que hacen el mundo un poco mejor tan sólo estando en él.

Un ratito

Ese periodo de tiempo que puede significar minutos, horas, días o meses.
Hace un ratito dormía la siesta, en un ratito será de noche y volveré a las calles y las risas que apenas durarán un ratito, dentro de un ratito te devolveré unas páginas que hace un ratito me ayudaron a pasar un mal trago, y en cuanto pase otro ratito estaré lejos de aquí soñando que todo esto no es más que un sueño.
Y ahora prefiero no medir el tiempo, que todo se mida en ratitos, que aún queda verano.

Hasta luego

Dentro de poco esto se va a llenar de adioses, debería empezar a pensar qué decir en cada uno. Algunos más breves, en otros con un abrazo basta. No decir demasiado pero sin quedarse corto.
Ya sabía que ese momento llegaría, se supone que ya tengo que estar preparada para que no me afecte.
Pero da igual lo que diga, dentro de poco esto se va a llenar de adioses, diré demasiado y con otros me quedaré corta. Por eso prefiero no despedirme, limitarme a un "hasta luego", y mejor voy a dejar de pensarlo, porque dentro de poco... estaré llena de adioses.

Playa

Mar lleno de sal y de algas, arena que se las apaña para invadir hasta el último rincón de tu cuerpo.
Noches hablando hasta caer inundados en mares llenos de sal que no saben contenerse en tus ojos. Mañanas desayunando al sol sin hacer ruido.
Risas hasta que duelen los labios.
Más besos de los que caben en un verso. Y al final todo fue mejor que mal.

Castillo de cartas

Frágil, era tan enorme que impedía ver la realidad, las cuatro paredes que en realidad me rodeaban. Y apenas un soplo ha bastado para que se derrumbase entero, el castillo de cartas que tanto había costado construir. Ahora ya sólo quedan naipes por el suelo, a la espera de que me levante, los recoja y los vuelva a guardar, ordenados en su cárcel de cartón, hasta que algún día, por aburrimiento o por gusto, vuelva a abrir la cajita e iniciar la construcción de otro castillo de cartas.

Directamente

Arrasar con palabras directas, asesinas, suicidas. Arrasar con esas palabras que cortan como cuchillos, pero son cortes limpios, cicatrizan antes que los ensañados eufemismos, que tratando de no matar, mutilan e hieren de gravedad.

Reto aceptado

Aceptar retos, cuanto más difíciles mejor. Si salen mal, bueno, era difícil que saliese bien. En eso es en lo que consiste mi vida últimamente.

A veces creo que no merezco que todo esté saliendo así de bien, que la suerte se terminará pronto o que todo tiene trampa. Pero, hasta entonces, la sonrisa no me la quita nadie.

Sueño

Cierro los ojos y empiezo a soñar que el tiempo no ha pasado, que aún sigo allí, pequeña, tan lejos en un país extraño. Que no hay nada de qué preocuparse, que simplemente se trataba de reírse y ver películas, leer un rato, de encontrar al que vuela.

Me despierto y no quiero. Me da igual la realidad, prefiero seguir soñando que encuentro al que vuela.

Inesperado

Últimamente todo me resulta inesperado. Inesperados adioses que sin saber cómo no representan despedidas, inesperados holas que son algo más que un saludo, inesperadas personas que se convierten en fundamentales...
Inesperadas sonrisas.

Rojo

Rojo pasión redirigida, rojo sol sobre la piel, rojo ketchup, rojo vergüenza, rojo bolsa de patatas, rojo error, rojo labios de fiesta, rojo sangre, rojo fuego, rojo tomates de la ensalada...
Siempre hay diferentes maneras de ver lo mismo

Better than expected

Risas, películas, piscinas, en definitiva, verano. Aunque el tiempo pase antes de que te des cuenta, y todo se acabe, llegan nuevas risas, nuevas películas, nuevas piscinas, nuevos veranos y al final te percatas de que todo está yendo mejor de lo esperado.