Hace poco leía en un blog acerca del erotismo, de cómo la sociedad considera tabú algo tan natural como la relación carnal (y, sin embargo, no condena la violencia a la hora de comer), de cómo no es necesario recurrir a detalles morbosos para hacer algo erótico. Creo que en tal blog quedaba todo bastante bien explicado (los hay que tienen facilidad de palabra y son capaces de exponer sus ideas) por lo que dejo el enlace de la entrada titulada:
DEL EROTISMO.
A esto, y a modo de reflexión y respuesta a la pregunta que se menciona al final de dicha entrada, añado que las caricias, una sonrisa y, sobre todo, la complicidad son las claves de cualquier relación erótica.
Y entendamos bien etimológicamente la palabreja tan desvirtuada: erótico no es equivalente a sexo, aunque, obviamente, tampoco son antónimos. El sexo es (obviamente no siempre) una consecuencia del amor, y la relación erótica no siempre conlleva sexo.
Últimamente reflexiono de modos más desorganizados y prosaicos de lo que estoy acostumbrada en estos lares. Ya volveré a mis entradas sin sentido algún día.