viernes, 28 de octubre de 2011
Feliz
Cuando llego a casa y duermo en el sofá con la película de fondo. Cuando ya no me despierto en la cama pensando dónde estoy, porque sé que esta es mi casa. Cuando madrugo sin haber dormido y soy feliz porque sé que me espera gente y muchas letras en otros idiomas. Cuando nunca sé qué comeré mañana. Cuando quedamos para ir a un concierto. Cuando nunca me apetece estar en casa. Cuando me acostumbro a coger el autobús e inconscientemente paro en el lugar adecuado. Cuando no sé cuál es plan, pero me dejo llevar. Cuando a partir de mañana sea oficialmente mayor de edad y ya no me puedan echar.
lunes, 17 de octubre de 2011
Verano
El otoño ha decidido que prefiere seguir durmiendo bajo el sol. Eso nos vuelve a todos un poco locos, nos cuesta tomar las decisiones, nos apetece pasarnos tardes entre poesía y alguna canción, nos cuestan los idiomas, nos apetece la calle y la cerveza.
El otoño ha decidido que va siendo hora de despertarse, pero poco a poco. Y mientras, nos tocará seguir a todos un poco locos.
El otoño ha decidido que va siendo hora de despertarse, pero poco a poco. Y mientras, nos tocará seguir a todos un poco locos.
domingo, 2 de octubre de 2011
Frío de madrugada
El peor frío es el de madrugada, ese que invade tus huesos cuando el aire roza esa parte de piel que hace un instante cubrían tus brazos. Ese frío del momento en que la ciudad es de zombis, la mitad que regresan, la mitad que despiertan; es el momento del duermevela.
El peor frío es el de madrugada, cuando estoy volviendo a casa y soy consciente de que aunque acabe de besarte (y las cosquillas de tus labios revoloteen aún por los míos) me quedan semanas para volver a verte.
El peor frío es el de madrugada, el de un adiós en la esquina, el de esa cama que era mía y ahora es extraña, el de “te echaré de menos”.
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