Se enfrían los pies, y por ello las ideas. Mi radiador decide que yo debería vivir en el Polo. Las manos hace un rato que dejé de sentirlas. El invierno ha decidido que ya era hora de llegar. Y mientras yo tiemblo, se me enfrían los pies. Se han congelado las ideas.
Por aquí se te añora mucho :)
ResponderEliminarMe gusta, encantado de encontrarte.
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