lunes, 16 de enero de 2012

Tópicos

Hoy no quiero hacer algo bonito, ni que esta entrada signifique algo para alguien. Simplemente quiero expresar mi odio hacia los tópicos. Esos que te hacen creer que alguien que piensa en la lectura y en escribir y en la filosofía es un bohemio promiscuo; que alguien que va a la discoteca los fines de semana es un fiestero; que alguien que quiere estudiar una carrera es un empollón; que alguien que decide ponerse a trabajar es un perdido; que quien decide empezar una vida de cero es un descastado... Y tantos etcéteras.
Creo que el problema está en creerse en posesión de la verdad absoluta: ni es mejor leer, ni es mejor el botellón, ni es mejor vivir enganchado a las redes sociales, ni es mejor irse a una cueva. Cualquiera de esas opciones puede ser la mejor para ti, pero la que haga infeliz a otro.
Y bueno, realmente, no sé a qué viene esta defensa de la destrucción de los tópicos y de la verdad absoluta, creo que son cosas que uno piensa cuando está en la biblioteca durante horas, rodeado de gente que suelta frases categóricas acerca de distintas materias ("esta asignatura no vale para nada"; "tu carrera no sirve"; "este profesor es un cabrón"; "esto es muy difícil"...).
Y ahí lo dejo.

1 comentario: